En 2014 tuve un accidente vial que casi me cuesta la vida, en el que un camión dobló intempestivamente en una avenida, cruzando la doble línea amarilla y entrando a contramano en un mercado central de frutos. Hoy por suerte puedo contarlo, salvé mi pierna luego de una intervención rápida por parte de un equipo increíble. Si bien al principio se trató de pérdidas materiales, como mi moto, también padecí un quiebre en mi carrera ya que los 3 meses de licencia y la vuelta al trabajo para retomar la gran cantidad de proyectos que estaba manejando, hicieron mella en mi productividad. Esto es algo que no suele tomarse en cuenta cuando pasan estas cosas. Por eso digo en primera persona que conozco la repercusión de los siniestros viales empezando por la vida, donde quedan involucradas familias enteras, tienen costos que no deben ser pasados por alto, costos medibles y costos ocultos, emocionales y de productividad personal y profesional.
Llegué a Woocar luego de trabajar en distintas empresas relacionadas a la logística y producción pasando por industrias automotrices, y cervecera donde también tuve un emprendimiento propio. (Pensándolo ahora, ¿cuántas latas de cerveza se hubiesen salvado por evitar maniobras bruscas? Recuerdo ver pallets consolidados dentro de los camiones con producto estropeado!.) Uno de los primeros aprendizajes fué que lo que me pasó en 2014 no fue un accidente, sino un siniestro vial.
Siempre fui fanático del diseño por eso estudié Diseño industrial, y volqué esa experiencia en el desarrollo de vehículos eléctricos como proyecto personal desde el año 2009. Motivado a trabajar en proyectos vinculados a la generación de cambio. En el caso de Woocar, pude unificar logística, movilidad y sustentabilidad pero también la posibilidad de generar un cambio en el ecosistema social a través de la ayuda de la tecnología, lo que me desafía a estar en constante aprendizaje.
Es un honor poder trabajar con un gran equipo donde compartimos esta misión de terminar con los siniestros viales producto de factores humanos, transformando hábitos y malas costumbres al volante, valiéndonos del big data, las ciencias del comportamiento y telemetría para, de forma muy sencilla visualizar, medir y mejorar estos comportamientos. ¡Agradeciendo también a las empresas que día a día se van sumando a esta gran iniciativa!
Estoy convencido que abordando esta problemática de la seguridad vial y la movilidad sustentable desde el origen, mejorando la empatía y la responsabilidad en las personas, es el camino para fortalecer nuestros vínculos como sociedad y desde allí las bases para un crecimiento sólido en todos los planos.
Mi nombre es Alejandro Moy y voy a ayudarte a lograr siniestralidad vial cero y superar los objetivos de descarbonización de tu flota.
Muy fuerte tu historia Alejandro, y qué valor poder contarla.
Muchos éxitos en este emprendimiento y celebro su misión!